LA PSICOTERAPIA y EL COACHING

 

Ambas son herramientas que aportan una metodología para acompañar un proceso de cambio, más o menos profundo, con el objeto de que la persona que transita dicho proceso concluya con éxito el recorrido que le llevó a pedir ayuda en una parte del trayecto.

 

Habría que tener en cuenta al comparar ambas metodologías que la finalidad última en ambos casos es operar el cambio de percepción en la persona a través de la observación del conflicto que le está bloqueando, mirando en el interior para su propio autoconocimiento y toma de consciencia de los patrones mentales y emocionales, para luego trabajar en la reprogramación, creación de nuevos programas mentales que ayuden a conectar con las verdaderas necesidades desde el propio poder personal,  lejos de las heridas más o menos profundas del pasado y centrar a la persona en el aquí y ahora, ante todos sus potencialidades y posibilidades por explorar y experimentar desde el equilibrio y la confianza en uno mism@. 

 

 Y una vez saneado el ego o mente pensante, trascenderlo y poder reconocerte como un ser espiritual, se perciben los acontecimientos como experiencias de aprendizaje para el despertar a la conciencia.

 

 

Al cambiar tu percepción interna, el mundo cambia ante tus ojos; el exterior es una proyección de nuestro mundo interno.

 

 

Podríamos no obstante señalar algunas diferencias sustanciales entre Psicoterapia y Coaching.

 

Mientras que la psicoterapia deriva de la medicina, la psicología y la psiquiatría, el Coaching nace en el ámbito de los negocios y el desarrollo personal.

 

En Psicoterapia el cliente requiere un proceso terapéutico, centrado en las programaciones mentales y emociones conscientes e inconsciente, abordando momentos del pasado así como del presente; Mientras que el coaching, se centra en la acción y el futuro.

 

En ambos casos desde Antahkarana, partimos de la premisa de que tanto las personas que llegan a terapia como las que acceden al programa de coaching en busca de guía y asesoramiento, son funcionalmente capaces de hacerse cargo y tomar la responsabilidad de su proceso de curación o de desbloqueo para la acción.

 

Tratamos con personalidades sanas, pese a los desequilibrios que puedan traer acumulados y sostenidos en mayor o menor medida en el tiempo (que desencadenan en la enfermedad cómo síntoma, que es de la que no nos encargamos en la vertiente terapeútica: Depresión, Ansiedad, Fobia, Neurosis, Psicosis, o esquizofrenias, Cuadros de Trastorno Obsesivo Compulsivo, Anorexia-Bulimia...). 

 

De echo son justamente esos desequilibrios, somatizados en forma de bloqueos en algún caso o de enfermedad en otros, los que se tratan respectivamente desde el coaching (Falta de confianza, incapacidad para poner límites, locus de control externo vs interno, falta de capacidad para tomar decisiones, autoimagen disminuída, falta de iniciativa ....todos síntomas de la falta de equilibrio y alineación con un el Verdadero Ser, saneado y sanado, que de algún modo incapacitan a la persona para llevar a cabo su vida en plenitud) o desde la dinámica psicoterapeútica dependiendo del objetivo y necesidades de cada persona, en el momento de la primera toma de contacto dónde pasaríamos a determinar junto con el cliente, el objeto de la consulta en una primera sesión de evaluación. 

 

En psicoterapia el plan de tratamiento se elabora a partir de los signos, síntomas y el curso clínico, mientras que en el coaching se establece un plan de acción adecuado, de acuerdo a las metas planteadas por la persona que solicita asesoramiento y guía,  y se pautan acciones para llevar la ejecución a cabo en la realidad.