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Nos quedamos atrapados en los duelos de la muerte de un ser querido, de una separación ¿dónde no consigo soltar? ¿dónde no conseguí amar? ¿dónde no conseguí llevar al corazón esa relación?

 

sanar y despedirnos para que mi inconsciente pueda comprender qué pasó. lineas de vida que nos cuentan que: esto también pasará...

Procesos de Duelo

 

El duelo es un proceso que se inicia de manera natural ante la pérdida de una persona o de un objeto o situación importante. 

 

Tiene manifestaciones emocionales y conductuales que toman la forma de aflicción y de sufrimiento tras la pérdida, que puede consistir en la pérdida de un ser querido, en una ruptura de pareja, en la pérdida de un trabajo, en la amputación de un órgano o de una extremidad…

 

Se trata de un proceso que no sólo tiene componentes emocionales y conductuales, sino que también tiene componentes fisiológicos y sociales. Su intensidad y duración dependerán de la dimensión y del significado dela pérdida, pero también, y esto es fundamental de los recursos de afrontamiento propios y sociales con los que cuente la persona que ha sufrido la pérdida.

 

El duelo es un proceso y, como tal, pasa por varias fases, que varían en número y en denominación según las teorías, pero una de las más aceptadas es la que lo divide en cinco. Suelen ir en orden, pero no siempre, y es habitual retroceder y saltar de una fase a otra.

 

Fase de negación, en la que no se admite la idea de la muerte o de la pérdida.

 

Fase de ira, en la que se admite la pérdida y que no tiene remedio. Aparecen sentimientos de ira y de resentimiento, que pueden dirigirse hacia el fallecido, por haber abandonado a los que quedan, o hacia quienes la persona considere culpables de la muerte, por ejemplo a los médicos, a los que acusa de no haber hecho lo suficiente.

 

Fase de negociacion, en la que se acepta lo sucedido y empieza a integrarse en la realidad.

 

Fase de depresión, en la que desaparece la rabia y se vé substituida por tristeza.

 

Fase de aceptación, se acepta que las cosas son así y que es irremediable, pero se sigue adelante con la vida y se es capaz de disfrutar de ella, lo que no impide que se sienta tristeza al pensar en el fallecido o en lo que se ha perdido.

 

Este proceso es largo y se puede tardar unos tres años antes de poder llegar a la fase de aceptación. Lo importante es ver que se va avanzando en el proceso y que uno no se queda estancado. Si sucede esto, hablamos de duelo patológico o complicado, en el que la persona no recupera su vida normal. Este tipo de duelo requiere de ayuda psicológica para superarse.

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Mirar a la Muerte de Frente

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