top of page

Reconocimiento Arquetípico: Permite que Tu Ser se Revele ante Tí.



Jung estableció una división de la psique humana en tres partes: el consciente, el inconsciente y el inconsciente colectivo.


En esta última es en donde aparecen los arquetipos.


Podemos definir los arquetipos como patrones de comportamiento.


Son las formas en las que la consciencia humana experimenta el mundo y se percibe a sí misma.


"Así, todos, en algún momento, representamos, vivimos, un arquetipo concreto, que nos dota de ciertas características que en ese momento necesitamos para desarrollarnos.


No quedarnos “atascados” en un único arquetipo es un punto importantísimo en nuestro crecimiento personal".


Los arquetipos actúan en todos los seres humanos, son universales y comunes a todos, y están determinados por símbolos que podemos observar en los sueños, el arte, la religión y la mitología…


Si observas los arcanos del tarot en un mazo clásico (recomiendo observar el de Marsella, los mazos más modernos pueden ser más estéticos, pero casi todos carecen de valores simbólicos relevantes) verás un motón de símbolos representados no sólo por las figuras, sino por los colores, la posición y gestos, los grupos numéricos…


¡Puede ser un ejercicio muy interesante para fomentar la ensoñación y, con ella, la creatividad! Al fin y al cabo, estaremos “alimentando” el inconsciente con imágenes oníricas.


Además estos arquetipos pueden aparecer comúnmente, en nuestros sueños, en las obras narrativas, y muy frecuentemente en los cuentos clásicos.


Es conocido el interés con el que los primeros psicoanalistas intentaron retratar los mecanismos por los que el inconsciente afecta en nuestra manera de pensar y actuar.


Jung se esforzó por ir mucho más allá de las funciones fisiológicas que explican el comportamiento del individuo y transportó el psicoanálisis a un plano en el que los fenómenos ancestrales que se producen a nivel colectivo en las diferentes culturas y sociedades dan forma a nuestra manera de ser.


Jung creía que para entender el inconsciente debía de llevarse su teorización a un terreno que trascendiera las funciones de un organismo (en este caso, el cuerpo humano).


Por eso, desde la teoría de Carl Jung se entiende

"lo inconsciente" que habita en nosotros como una composición de aspectos individuales y colectivos.


Esta parte secreta de nuestra mente tiene, por así decirlo, un componente heredado culturalmente, una matriz mental que da forma a nuestra manera de percibir e interpretar las experiencias que nos ocurren como individuos.


Los arquetipos son la forma que le es dada a algunas experiencias y recuerdos de nuestros primeros antepasados, según Jung. Esto implica que no nos desarrollamos de manera aislada al resto de la sociedad, sino que el contexto cultural nos influye en lo más íntimo, transmitiéndonos esquemas de pensamiento y de experimentación de la realidad que son heredados.


Sin embargo, si centramos la mirada en el individuo, los arquetipos pasan a ser patrones emocionales y de conducta que tallan nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones como un todo con sentido.


De alguna manera, para Jung los arquetipos se acumulan en el fondo de nuestro inconsciente colectivo para formar un molde que le da significado a lo que nos pasa. Los símbolos y mitos que parecen estar en todas las culturas conocidas, son para Carl Gustav Jung una señal de que todas las sociedades humanas piensa y actúa a partir de una base cognitiva y emocional que no depende le las experiencias propias de cada persona ni de sus diferencias individuales que le vienen de nacimiento.


De este modo, la propia existencia de los arquetipos sería una evidencia de que existe un inconsciente colectivo que actúa sobre los individuos a la vez que lo hace la parte del inconsciente que es personal.


Los arquetipos de Jung son, de alguna forma, patrones de imágenes y símbolos recurrentes que aparecen bajo diferentes formas en todas las culturas y que tienen una vertiente que se hereda de generación en generación.


Un arquetipo es una pieza que da forma a una parte de este inconsciente colectivo que es en parcialmente heredado.


Por definición, dice Jung, estas imágenes son universales y pueden ser reconocidas tanto en manifestaciones culturales de distintas sociedades como en el habla, el comportamiento de las personas y, por supuesto, en sus sueños.


La existencia de los arquetipos va mucho más allá de la crítica del arte y habitualmente es utilizada por la terapia Transpersonal para detectar conflictos internos entre el inconsciente y la parte consciente de la mente.


Hay ciertas formas de clasificar los distintos arquetipos. Por ejemplo, existen eventos arquetípicos como el nacimiento o la muerte, temas arquetípicos como la creación o la venganza, y figuras arquetípicas, como el viejo sabio, la virgen, etc.

Algunos Arquetipos:

1. Ánimus y Ánima

El Ánimus es la vertiente masculina de la personalidad femenina, y el Ánima es el arquetipo de lo femenino en la mente del hombre. Ambas están relacionadas con las ideas que sea asocian a los roles de género.

2. La Madre

Para Jung, el arquetipo de la Madre nos permite detectar conductas e imágenes relacionadas con la maternidad tal y como la han ido experimentando nuestros ancestros.

3. El Padre

El arquetipo del Padre representa para Jung una figura de autoridad que ofrece una guía sobre cómo vivir la vida basándose en su ejemplo.

4. La Persona

El arquetipo de la Persona representa la vertiente de nosotros mismos que queremos compartir con los demás, es decir, la imagen que mostramos a los demás de nuestro yo personal.

5. La Sombra

Al contrario de lo que pasa con la Persona, la Sombra representa todo aquello de nosotros mismos que queremos que permanezca en secreto, porque es moralmente reprobable o porque es demasiado íntimo. Esa parte de nosotros que no vemos de nosotros mismos o que no queremos ver.

6. El Héroe

El Héroe es una figura de poder que se caracteriza por luchar contra la Sombra, es decir, que mantiene a raya todo aquello que no debe invadir la esfera social para que el conjunto no se vea perjudicado. Además, el Héroe es ignorante, ya que su determinación le lleva a no pararse a reflexionar continuamente acerca de la naturaleza de lo que combate.

7. El Sabio

Su papel es revelarle al Héroe el inconsciente colectivo. De algún modo, el arquetipo que recibe el nombre de el Sabio arroja luz sobre la senda del Héroe.

8. El Trickster

El arquetipo del Trickster, o el embaucador, es el que introduce las bromas y la violación de las normas preestablecidas para mostrar hasta qué punto las leyes que explican las cosas son vulnerables. Pone trampas y paradojas en la senda del Héroe.

De todos ellos el arquetipo que ha sido objeto de profundos estudios para entender los procesos terapéuticos es la Sombra.

Acepta tu propia "sombra"...

y podrás aceptar la de los demás.

"La clave para encontrar el punto medio entre la confianza ciega y la desconfianza sistemática radica en conectar con nuestra propia sombra psicológica".


¿Cómo hacerlo?


Todos tenemos una naturaleza dual y no somos mejores ni peores por expresarla.


Si tomas conciencia de tu propia “sombra” y oscuridad, serás más consciente de la ajena; y, si la aceptas en ti, también podrás hacerlo en los demás más fácilmente.


Mira sostenidamente la parte que más te ”avergüenza” de ti y, cuando aflore, obsérvala e ilumínala, abrázala, acéptala, perdónala, mímala, nútrela de amor por tí mism@, en vez de taparla y justificarla.


Hacerte consciente y aceptar que en determinado momento puedes estar siendo egoísta, manipulador o interesado, te llevará a conseguir una mayor madurez emocional e independencia interior, gracias a la cual...


...Dejas de exigir al otro que sea perfecto, porque ya no te lo exiges a ti mismo, y eres más tolerante con sus miedos, deseos, ambiciones y egoísmos, porque eres consciente de que también los tienes tú.


...Aprendes a moverte mejor con la zona sombría de los demás: evitas provocarla y que te haga daño, conoces cómo defenderte de ella.


Tienes mayor conciencia y control de lo que estás otorgando y ofreciendo en cada momento, de los límites que debes poner a los demás, y de que no debes dar un exceso de información a quien pueda usarla en tu contra. Tampoco ceder y delegar tu poder personal en nadie.


...Entiendes mejor el juego de la inestabilidad humana: lo que hoy va bien, mañana puede ir mal; el que hoy te ama, mañana puede no hacerlo, ¡y también a la inversa!


...Descubres que las simpatías y antipatías son como las mareas: varían de acuerdo a los cambios que se producen en ti y los demás, acercándote o alejándote, de acuerdo a afinidades y diferencias pasajeras.


...Relativizas la conducta de las personas, al ver sus cambios constantes: no hay amores ni odios, admiraciones ni rechazos, mitos ni verdades, que duren de por vida. Todo está en permanente transformación.


...Empienzas a ver más allá de lo aparente e inmediato, y a intuir que hay algo maravilloso detrás de toda esta inestabilidad.


...Aceptas los comportamientos inadecuados o desproporcionados en los demás, con el sólo límite de que no vaya contra tus intereses más amplios: capacidad, economía, salud..."

Una vez conscientes del Todo, "Todo Es Perfecto tal como Es" , y Tú, un Ser Libre de Experimentar la Existencia de acuerdo a los dictados de tu Ser Real, aligerado de su carga inconsciente hecha consciente.


Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page