Convergencia Armónica entre Budismo y Psicología

Transpersonalidad y Naturaleza Esencial,

abrazando la Naturaleza del Estado de

Conciencia del Buda Iluminado en Nosotros:

Nam-myoho-renge-kyo

Nos adentramos en el paradigma de la nueva psicología de hoy que recupera y trae a sus bases conceptuales y metodología aplicada, tintes antiguos de hoy y de siempre.

Un nuevo tiempo que conlleva apoyar mediante un estilo humanista, holístico, que comtempla a la persona como un todo, acompañando a la mente y al alma de las personas para afrontar su momento vital y existencial desde un entramado tan complejo como básico y esencial, en su vida personal en continua sinergia con el colectivo del que forma parte como existencia dentro de la llamada humanidad.

En la esencia del budismo yace la convicción de que, a cada instante, en nuestro interior existe la capacidad para superar cualquier problema o dificultad que podamos encontrar en la vida; la habilidad de transformar cualquier sufrimiento. Nuestras vidas poseen este poder porque son inseparables de la ley fundamental que subyace en el funcionamiento de toda la vida y del universo.

Los sūtras o suttas son mayoritariamente discursos dados por Buda o alguno de sus discípulos. Dependiendo de la tradición budista, a cada sílaba se le otorga un complejo significado simbólico relacionado con alguna enseñanza.

El término proviene del sánscrito sūtra (सूत्र), que significa ‘cuerda’ o ‘hilo’

Personalmente, trascendido el concepto de religiosidad en cuanto a la necesidad de un ente colectivo que tenga que mediar entre Dios y el Hombre, considero el Budismo como una de las filosofías de Vida que existen para acercar al entendimiento del Ser Humano una explicación sobre la revelación de los misterios divinos, y la experimentación de nuestra divinidad desde nuestra naturaleza más humana, para poder así completarnos a nosotros mismos como Seres Humanos Integrados y Sanos a lo largo de ésta nuestra existencia.

Si bien, combinando la visión lógica y el poder transformador de esta filosofía con métodos para obtener estados mentales duraderos, más allá del ámbito en el que el budismo se circunscribe al tratamiento del conocimiento y crecimiento personal como medio para alcanzar la "sabiduría del Buda", el Budismo es sobre todo conocido como una religión antigua con cerca de 2.500 años de recorrido.

Así el Budismo puede considerarse como una filosofía en la medida en que sus enseñanzas representan una visión completa y lógica, pero no es sólo una filosofía. La filosofía puede explicar las cosas en el nivel formal de las palabras e ideas, mientras que las enseñanzas del Buda trabajan con la totalidad de la persona.

Aún cuando la filosofía y la práctica budista conducen a la claridad de pensamiento, sólo el Budismo puede conducir a transformaciones permanentes porque da una clave práctica para los eventos internos y externos experimentados cada día.

Debido a la capacidad de sus enseñanzas para transformar a quienes la practican, también muchas prácticas y teoría del Budismo se han combinado como herramienta en lo que podríamos definir como un nuevo paradigma de psicología aplicada.

Para mí, el término psicológico que abarca ya y lo hará en el futuro, todo lo nuevo para comprendernos a nosotros mismos como seres humanos completos (que incluye a su vez la sabiduría acumulada por antiguas tradiciones y filosofías ancestrales) es la Psicología Transpersonal que combina los métodos y prácticas de oriente y occidente y la sabiduría ancestral de culturas indígenas reconocida y aglutinada bajo el Chamanismo " Medicina de la Tierra", para acompañar a la persona en su camino de autodescubrimiento y crecimiento continuo, sin restringirse en exclusividad al término honrado y respetado, acuñado para un nuevo paradigma que acompañe al ser humano de este nuevo tiempo, bajo el nombre de Psicología Budista.

Las diferentes escuelas de psicología, intentan ayudar a las personas a tener una vida personal equilibrada, trascender las dificultades personales, y sostener así un estado de bienestar y satisfacción personal que permita a cada ser humano poder contribuir de forma positiva a la sociedad de la que forma parte.

Aún cuando la psicología y el Budismo pueden transformar a las personas, este último es para personas que ya están sanas.

Se puede decir que el Budismo comienza donde la psicología termina y la psicología Transpersonal se sirve y utiliza los métodos y herramientas de uno y otro paradigma.

Estos se intercalan para poder trazar un camino en el que la persona salga de su estado de conciencia limitado para poder irse adentrando en el camino ilimitado de la conciencia iluminada, sana y completa en sí misma.

El Budismo, Camino del Diamante, se hace relevante desde el punto en el cual las personas ya son estables y están equilibradas en sí mismas, desde dónde se empiezan a experimentar y perciben el espacio y el medio en el que se viven como lleno de gozo y no como una amenaza.

Desde este nivel, las enseñanzas desarrollan un coraje sin límites, gozo y amor, cualidades que son inherentes a la riqueza de la mente, para el budismo, y del Ser Humano Completo (Cuerpo físico-Mental-Emocional y Espiritual).

Aplicando estas enseñanzas en la vida, aumentará en uno una profunda confianza en sus habilidades dando a todas las situaciones el sabor de significado y crecimiento.

Una vez que crece la conciencia de la naturaleza condicionada de todas las cosas, los conceptos fijos se alejarán y las cualidades perfectas del cuerpo, habla y mente aparecerán naturalmente.

El resultado final de la práctica, la completa iluminación o Budeidad, supera los objetivos intelectuales o terapéuticos de la filosofía y la psicología, es un estado de perfección más allá de los conceptos.

Habiendo despertado también él mismo a la Ley de la Vida, Nichiren, monje budista del siglo XIII, fue capaz de discernir que esta ley fundamental está contenida en el Sutra del Loto de Shakyamuni, y que está condensada y concisamente expresada en el título del sutra: Myoho-renge-kyo.

Nichiren designó al título del sutra con el nombre de la ley y estableció la práctica de recitar Nam-myoho-renge-kyo como una forma concreta para que todas las personas pudieran enfocar sus corazones y mentes en esta ley y manifestar así su poder transformador en el ámbito de la realidad.

Nam proviene del sánscrito namas, que significa "dedicar o consagrar la vida".

De este modo, Nam-myoho-renge-kyo se convierte en una promesa, es la expresión de "la determinación propia de abrazar y manifestar nuestra naturaleza de Buda".

Es el compromiso con nosotros mismos de no ceder jamás ante las dificultades y remontar victoriosos sobre nuestros sufrimientos.

Al mismo tiempo, es un mantra para ayudar a los demás a revelar esta ley en sus propias vidas y alcanzar la felicidad.

Los caracteres individuales que componen Myoho-renge-kyo expresan características fundamentales de esta ley.

Myo puede traducirse como "místico" o "maravilloso"; "ho" significa "ley".

Esta ley es llamada mística porque resulta difícil de comprender.

Pero, ¿qué resulta exactamente difícil de comprender?

Es el prodigio de las personas comunes que, acosadas e inmersas por la ilusión y el sufrimiento de una vida que no es suya (en cuánto a la falta de conciencia del lugar consciencial desde dónde creen estar viviendo la vida), despiertan a la ley fundamental en sus propias vidas, extrayendo sabiduría y compasión y dándose cuenta de que inherentemente son Budas (Conciencias Crísticas, Iluminadas, hechas a imagen y semejanza de Dios), capaces de resolver sus propios problemas y los de los demás.

La Ley Mística transforma la vida de cualquier persona, incluso la de la más infeliz, en una vida de felicidad suprema, sea cual sea la época y la circunstancia.

Renge, cuyo significado es "Flor de Loto", es una metáfora que ofrece una mayor comprensión de las cualidades de esta Ley Mística.

La flor de loto es pura y fragante, inmaculada a pesar del agua fangosa en la que crece. Del mismo modo, la belleza y la dignidad de nuestra humanidad se revelan en medio de los sufrimientos de la realidad diaria.

Además, a diferencia de otras plantas, del loto brotan

Flores y Frutos a un mismo Tiempo.

En la mayoría de las plantas, el fruto se desarrolla después de haber florecido la flor y haber ésta perdido sus pétalos. Sin embargo, el fruto de la planta del loto se desarrolla simultáneamente a la flor y, "cuando la flor se abre, el fruto se encuentra dentro".

Esto ilustra el "principio de la simultaneidad de causa y efecto"; no tenemos que esperar a convertirnos en alguien perfecto en un futuro, podemos manifestar el poder de la Ley Mística desde el interior de nuestra vida en cualquier momento.

El principio de la simultaneidad de causa y efecto aclara que nuestras vidas están fundamentalmente dotadas del gran estado de vida del Buda y que el logro de la Budeidad es posible sencillamente a través de abrir y manifestar este estado alineándonos con nuestro verdadero Ser y su Propósito Natural (Siendo Honestos y Verdaderos con Nosotros Mismos).

Otros sutras distintos al Sutra del loto enseñaban que las personas podían alcanzar la iluminación solo mediante la realización de prácticas budistas a lo largo de varias existencias, adquiriendo así los rasgos del Buda uno por uno.

El Sutra del loto da un vuelco a esta idea, enseñándonos que "todos los rasgos distintivos del Buda están presentes en nuestras vidas desde el principio".

Nuestra Naturaleza Búdica LO ES Y NOS PERTENECE POR DERECHO PROPIO Y DIVINO. El Misterio puede Ser Develado por Todos Nosotros Si Somos Capaces de deternenos a ESCUCHAR NUESTRA VOZ INTERIOR.

Más Allá del Dolor, del Fondo del Fango, NACE Y CRECE UNA FLOR Y DENTRO SU FRUTO. Eso que TODO HUMANO ES Y LLEVA DENTRO y que sin mucho éxito han INTENTADO EXPLICAR Y PRACTICAR LAS RELIGIONES (Origen del Término Religión: RE-LIGARE - Pasar por el Corazón...Volver a Pasar por el Corazón....Primera Iniciación=Bautismo proceso alquímico en el que el Ser Humano se Transforma a Sí Mismo sin Intermediarios entre Dios y el Humano, pues los dos ya Son Uno y Son el Mismo. En los dominios de su naturaleza ESENCIAL, el Ser Humano se reconoce más allá del pensamiento-emoción, a Sí Mismo en Común-Unión-con Dios - Yo Soy Eso - Nisargadatta).

Kyo significa literalmente "sutra" y en este caso indica la Ley Mística que se asemeja a una flor de loto, la ley fundamental que permea la vida y el universo, la verdad eterna.

El carácter chino kyo trae consigo el concepto de un hilo o cuerda.

Cuando se teje una tela, en primer lugar se colocan los hilos verticales. Estos representan la realidad básica de la vida. Son el marco estable a partir del cual se tejen los hilos horizontales.

Estos hilos horizontales, en representación de las diversas actividades de la vida diaria, conforman el patrón de la tela, aportando color y variación.

El tejido de nuestras vidas se compone tanto de una verdad fundamental y duradera, como de la atareada realidad de nuestra existencia diaria, con su singularidad y variedad.

Una vida tejida únicamente en base a hilos horizontales rápidamente se desbarata.

Estas son algunas maneras en las que el nombre de Myoho-renge-kyo describe la Ley Mística de la cual son expresión nuestras propias vidas individuales y la común colectiva que define el universo del que formamos parte.

Recitar Nam-myoho-renge-kyo es un acto de fe en la Ley Mística y en la magnitud de las posibilidades inherentes de la vida.

A lo largo de sus escritos, Nichiren enfatiza la relevancia de la fe. "En el Sutra del loto (…) se dice que uno sólo puede "obtener el acceso a través de la fe" (1).

De este modo, la fe es el requisito básico para entrar en el camino del Buda. La Ley Mística es la fuerza ilimitada inherente a nuestra vida.

Creer en la Ley Mística y recitar Nam-myoho-renge-kyo es tener fe en el propio potencial ilimitado.

No es una frase mística que conlleva un poder sobrenatural, Nam-myoho-renge-kyo tampoco es una entidad que nos trasciende y de la que dependemos.

Es el principio que afirma que, aquellos que viven vidas comunes y hacen esfuerzos continuados, triunfarán sin falta.

Recitar Nam-myoho-renge-kyo es poner la intención en manifestar la energía pura y fundamental de la vida desde nosotros mismos, reverenciando la dignidad y las posibilidades ilimitadas de nuestro Ser en nuestras vidas cotidianas.

La Combinación de los métodos, la filosofía y herramientas del Budismo y la Psicoterapia, son un medio efectivo para recobrar la conexión con nuestra verdadera naturaleza y poder sanar de dentro a fuera, desde lo más profundo e incognoscible de nosotros mismos hasta la inmediatez de nuestros estados mentales-emocionales ordinarios.

La experimentación de nuestros mundos interno-externo en todas sus gamas y dimensiones nos adentran en un camino de autodescubrimiento-sanación y crecimiento sin límites , el único camino correcto para contribuir con nuestra naturaleza diamantina a construir un Mundo, El Nuestro, el de Todos.

Sólo la conciencia Búdica comprende y permite no diferenciar entre el propósito individual y el colectivo, esta comprensión da sentido a cada paso del camino existencial, dónde el individuo no se cuestiona ya los sacrificios propios en pro de lo colectivo, pues ya no lo siente como ajeno.

Todo es Uno, Íntegro y Sanado, la existencia individual cobra sentido dentro del colectivo para el que disfruta "trabajando" aún entre el lodo de un colectivo en continuo proceso de transformarse y ser transformado, dónde la conciencia búdica opera sin limitaciones en lo limitado del terreno en proceso de crecimiento, en un medio social, en un panorama mundial dónde Oriente y Occidente así como el Norte y el Sur, el Este y el Oeste, las Cuatro direcciones en nosotros y fuera de nosotros aún están en camino de equilibrarse para configurar un orden nunca antes conocido por el Humano en su paso por este Planeta Tierra que habitamos y al que le pertenecemos.

La Simbiosis Es en todos los órdenes y niveles de obligado cumplimiento y en nosotros Está desarrollar la conciencia que nos permita trabajar nuestra parte para conseguirlo.